miércoles, 25 de septiembre de 2013






GENEREMOS IDEAS

Copia este link para ver el video y expresa tu punto de vista acerca de este tema.



https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=0GZZEqVHJVg

miércoles, 18 de septiembre de 2013

PRIMERA ACTIVIDAD

DESARROLLA UN ANALISIS DE SOBRE LA EVALUACION

1. Mediante drive debes realizar un ensayo acerca de la evaluacion en los diferentes paradigmas ( cuantitativo, cualitativo y critico).

Requisitos de entrega:

Letra arial No. 12

Interlineado 1.5

Justificado.

El documento se debe enviar con la siguiente Nomenclatura:

3oA Apellido y nombre.

Fecha de entrega: Viernes 20 de Septiembre del 2013


jueves, 20 de junio de 2013

AUTOEVALUACIÓN ESCOLAR COMO UN PROCESO

ACTIVIDADES:

1) Realizar un análisis de la lectura. formato de entrega PDF.

2) Presentar una propuesta de autoevaluación para llevarla a cabo dentro del proceso enseñanza - aprendizaje en nivel primaria.

3) Justificar la autoevaluacion dentro del proceso formativo del alumno.

FECHA DE ENTREGA:  Lunes  30 de Septiembre del 2013.

Dar click 


lunes, 10 de junio de 2013

PROPUESTA DE EVALUACIÓN Y ACREDITACION




Propuesta de evaluación y acreditación en enseñanza-aprendizaje en la perspectiva de la didáctica crítica.


Al hacer un análisis de los fundamentos teóricos y epistemológicos del actual discurso de la evaluación nos lleva a pensar que esta actividad necesita revisar y replantear sus concepciones del hombre, del aprendizaje, del conocimiento, del proceso grupal, etc, para que de esta forma sea posible reconstruir efectivamente dicho discurso.

Resulta absurdo que la valoración de cualquier acción educativa se realice a través de personas extrañas a la vivencia directa de la experiencia educativa porque esta situación, entonces, les permite jugar un papel activo en todos los momentos importantes del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Se propone, como estrategia, establecer una distinción convencional entre los conceptos de evaluación y acreditación del aprendizaje, como punto de partida para poderlos instrumentar paralelamente durante el desarrollo de una experiencia de enseñanza-aprendizaje.

I.            ¿Qué es la evaluación de las acciones educativas?
Hay una noción de evaluación eficientista e instrumentalista que puede establecerse de manera precisa, en los siguientes tres pasos, señalados por Thorndike y Hagen.

1.    “Señalar y definir la cualidad o atributo que habrá de medir;
2.    Determinar un conjunto de operaciones en virtud de la cual, el atributo puede manifestarse y hacerse perceptible;
3.    Establecer un conjunto de procedimientos o definiciones para traducir las observaciones o enunciados.

Esta opción tecnocrática y eficientista de control de aprendizajes, de asignación de notas y/o calificaciones, por exigencia institucional y consecuentemente social, es la que ha predominado en el campo de la educación.

Se considerar que la concepción de la evaluación, centrada en la corroboración, corrección e interpretación de resultados para tomar decisiones de diferente naturaleza, resulta simplista y sin mayor preocupación por comprender y explicar el proceso mismo de aprender.

La evaluación es una tarea muy compleja que debe partir entonces de un marco teórico conceptual y operativo que oriente todas las acciones que tengan que llevarse a cabo. Los rasgos serían:

a)    Totalizador, que integre el proceso de aprendizaje en una concepción de práctica educativa descomponiendo sus elementos sustantivos para acercarse a su esencia;
b)   Histórico, que recupere las dimensiones sociales del acontecer grupal;
c)    Comprensivo, que no únicamente describa la situación del desarrollo grupal, sino que también aporte elementos de interpretación de la situación de docencia que priva en la institución;
d)   Transformador, que propicie la producción de conocimientos, operar con la realidad y modificarla.

El proyecto de evaluación inserto en la perspectiva del aprendizaje grupal se inscribe, en el orden de la observación participante y de la investigación-acción.

II.          Algunos conceptos fundamentales en la explicación de la evaluación     del aprendizaje.
El concepto de aprendizaje es sustento de la evaluación. Entendemos el aprendizaje como un proceso, más que como resultado. “Todo aprendizaje consiste en una serie de acciones orientadas a determinadas metas...Estas acciones involucran a la totalidad de la persona humana. Se trata de acciones simbólicas.

Otro concepto importante es el de conducta. Para Bleger la conducta del ser humano siempre es molar, es decir, total en la que el individuo se expresa en todo momento como un todo integrada.

En este contexto, se piensa que el profesor antes de seleccionar la metodología y las técnicas para cualquier acción evaluativa necesita cuestionar sobre la naturaleza de estudio de la evaluación: el aprendizaje.

El cocimiento debe ser considerado como una estructura, una organicidad y una dimensión social; no se le puede considerar aislado y descontextualizado.

El aprendizaje grupal constituye un medio para develar las contradicciones que generan el conocimiento y la naturaleza de los conflictos, así como sus fuentes, que se presentan como parte de la dinámica de los procesos mismos de aprender.

III.        Distinción convencional entre evaluación y acreditación.
Se puede afirmar que mientras la evaluación constituye un proceso amplio, complejo y profundo, que abarca todo el acontecer de un grupo, que le hacen ser una realidad distinta a las demás, la acreditación se refiere a aspectos más concretos relacionados con ciertos aprendizajes importantes planteados en los planes y programas de estudio y que tiene que ver con el problema de los resultados, con la eficacia de un curso, etc.

Se concibe a la evaluación y a la acreditación como dos procesos paralelos, complementarios e interdependientes.

¿Qué es la evaluación como proceso?

Consiste en una serie de apreciaciones o juicios sobre el acontecer humano en una experiencia grupal. En esta experiencia tienen lugar fenómenos objetivos y subjetivos en una relación necesaria que da razón de ser la explicación de la estrategia del conocimiento.

Plan de evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Los instrumentos que se proponen para el Plan de Evaluación son:

a)    Observación participante.
Tiene como fin la descripción in situ del comportamiento que se desarrolla en el grupo. Después de observar hay que analizar si la información obtenida responde a preguntas formuladas previamente o si responde a nuevas interrogantes.

b)   Investigación participativa o Investigación-acción.
Es un proceso de estudio, investigación y análisis de teoría y práctica, donde los investigados e investigadores son parte del proceso que modifica o transforma el medio en el cual acontece.

c)    Entrevista.
A través de ella se puede obtener información muy valiosa respecto a las expectativas del alumno y del grupo, sobre situaciones en el proceso de aprendizaje, sus ansiedades, sus miedos, etc.

     d) Análisis de situaciones grupales.
Consiste en detectar, analizar, discutir y elaborar grupalmente, tanto los aciertos o alcances como las situaciones conflictivas y/o problemáticas que se suscitan en todo grupo sometido a cualquier proceso de aprendizaje.
IV.         ¿Qué es la acreditación del aprendizaje?

La acreditación hace referencia a la tarea de constatar ciertas evidencias de aprendizaje, determinadas síntesis relacionadas con los aprendizajes fundamentales que se plantean en un curso, los cuales tienen que ver directamente con la formación del educando y, en última instancia, con la práctica profesional.

La planeación de la acreditación debe emprenderse desde el momento en que se formulan los objetivos terminales del programa y en que se determinan los contenidos programáticos para conseguir dichos propósitos.

Plan para la acreditación de los aprendizajes:

Instrumentos para el Plan de Acreditación de Aprendizajes:

Examen a Libro Abierto.
La idea es que el estudiante incorpore los textos a las situaciones de examen. Siendo consecuentes con la concepción de aprendizaje grupal.

Examen temático o composición.
Consiste en formular al estudiante una cuestión, tema, asunto, etc. Para que lo desarrolle con entera libertad.

La calidad de estas pruebas depende de su: elaboración no pueden ser improvisadas, su construcción exige pensar detenidamente en las cuestiones que estimulen conductas que implique la capacidad de manejo de la información, como sugerir nuevas salidas a un planteamiento, aplicar principios, tendencias, normas, etc.

Ensayo.
Escrito generalmente breve en el que el alumno expone en forma libre y ágil sus puntos de vista, sus argumentaciones personales acerca de determinados aspectos de un tema, sin seguir un plan riguroso, ni con pretensiones de agotarlo.

Trabajos.
Los trabajos de investigación, o de otro tipo, realizados por los alumnos durante el curso, pueden proporcionar evidencias para:
·        ampliar conocimientos,
·        profundizar un tema,
·        comparar puntos de vista,
·        desarrollar habilidades y hábitos de investigación,
·        etc.

La evaluación educativa y/o la evaluación del aprendizaje, necesita concebirse como una acción inherente al fenómeno educativo, jamás un hecho desconectado, ajeno, aislado y sin interrelación con la vivencia misma del acto de aprender, y, sobre todo de las trascendentes decisiones que de ella subyacen.


  1. Realizar una presentación en prezi sobre el tema y exponerlo al grupo.
  2. Eligiran quien realiza el diseño de la presentación y quienes exponen.  Esto para debe estar listo para esta semana.

PROYECTO PRIMER PARCIAL

PROYECTO PRIMER PARCIAL

A continuación detallo las actividades que tienen que desarrollar y la fecha de entrega es el día Viernes 14 de este mes, recuerda que el trabajo debe cumplir con los requisitos que se mencionan a continuación de no ser así no quedara sujeto a revisión y repercutiría en su calificación.

  1. La evaluación en el paradigma cuantitativo, cualitativo y critico. De estos temas debe mencionar antecedentes históricos de cada uno, citar por lo menos tres precursores de cada uno, desarrollar un análisis de cada uno de estos paradigmas con la realidad educativa de México.
  2. Desarrollar propuestas de evaluación sustentadas en cada paradigma para poder desarrollarlas en el nivel superior y empresarial.
  3. Escribir que viabilidad tienen estos paradigmas en cuestión de la evaluación para poder llevarlas a cabo con niños con necesidades educativas especiales.
El formato de entrega es por google drive, formato justificado, interlineado 1.5.

Cualquier duda o aclaración favor de realizarla con tiempo y si no, pues no!!

EXCELENTE INICIO DE SEMANA!!! 

martes, 28 de mayo de 2013

Valor social y académico de la evaluación


La evaluación educativa y los conceptos que la van definiendo (rendimiento, calificación, acreditación) es un constructo social y por tanto, un invento, una invención susceptible de cambio, al que se le dan usos ideológicos y políticos, confundidos con los usos educativos. Como tal constructo, viene a imponer un cierto carácter disciplinar, digamos, respecto a los miembros de la comunidad educativa, estableciendo entre sus miembros una entente cordiale de velado entendimiento, más debida a la conveniencia y a la fuerza de la inercia que produce lo consuetudinario que a una voluntad y unos intereses definidos de dejar las cosas como están. Esto lleva a una actitud inmovilista y conservadora en las formas de evaluar.

En este sentido, la perspectiva básica de valor del profesor ( evaluar consiste  en atribuir valor a algo) está fuertemente condicionada por los valores, comportamientos y formas de hacer del colectivo docente al que pertenece y a la posición social que simbólicamente representa, que no quiere decir que sea la propia.

Un análisis del lenguaje que utilizan los docentes para comunicar los resultados de sus evaluaciones nos revela que está más al servicio de otros intereses, informan más a otros estamentos y a otras personas ajenas a la inmediatez del aula, otros son los destinatarios por más que en la superficie aparezcan los alumnos como los primeros beneficiados.

Como constructo social, debe tenerse en cuenta que son muchos los determinantes sociales, históricos políticos y epistemológicos que “conforman” un modo particular de ver la evaluación, entendida como medida del rendimiento académico y concretada en una nota, como algo natural y, como tal, inmutable.
El discurso político sobre la educación, transforma lo que debe ser prioritariamente una cuestión moral en un rompecabezas técnico. Surge así la preocupación por la eficacia, la conveniencia, la necesidad sociolaboral,  la imperiosa selectividad...pero nada se dice sobre el tipo de conocimiento que se evalúa y sobre cuál, además de las técnicas normalmente inapropiadas empleadas, se sacan conclusiones, se toman decisiones que no tienen que ver con la intención formativa que se propone en el proceso educativo.

Podemos llegar a comprender la importancia social tan grande que tiene la evaluación, importancia que da sentido y refuerza la propia que desempeña en el sistema educativo, identificándose y confundiéndose con ella.

La evaluación como producto ideológico de consumo: apuntes para un análisis crítico del valor social de la evaluación.

Existen fuertes contradicciones en los documentos oficiales que legitiman las prácticas de la evaluación. Lo que evidencia tales contradicciones es que la evaluación viene a ser el cruce de caminos donde se manifiestan las contradicciones de distinto orden  y de distinto valor que se dan en el sistema educativo, social, económico y político. La evaluación para la educación ve truncado su camino y su propósito para convertirse en “educación para la evaluación”, en una institución deformadora de la misma.

Entre el sistema educativo y la organización social, se abre una brecha que sólo los más atrevidos, que suelen ser los más comprometidos ideológica y socialmente, intentan o se atreven a cerrar.

El Poder sabe que una vez dicho se libera de sus propias responsabilidades y sabe también que aprovechará el empeño y el esfuerzo que los profesores realizan en sus aulas para hacer cumplir estas funciones bipolares, ambiguas y excluyentes.
Aprovechar el mismo y único acto de evaluar, que debe tener como principal objetivo educativo la búsqueda de conocimiento, para ayudar y orientar a formar a los sujetos comprometidos en un proceso de formación, para utilizarlo con fines de selección y de acreditación hace que aquella primera intención educativa pierda su sentido.

La mediación del análisis crítico no consiste tanto en resolver lo que se resiste a soluciones imposibles sino en sacar a la luz las razones subyacentes que las sostienen.

En los discursos de quienes están en el poder se plantean objetivos curriculares de orden cognitivo, social y moral “que les permitirán (a los alumnos) desarrollarse de forma equilibrada e incorporarse a la Sociedad con autonomía y responsabilidad”, sin embargo, la realidad muestra lo contrario, la función de la evaluación formalizada del aula es de exclusión y eliminación.

Por otro lado, se encuentran las necesidades, intereses, dedicación y expectativas de: empresarios, profesores, padres, políticos, alumnos; todos ellos muy distintos y compatiblemente diferentes.

Se ignora o no hay conciencia del papel selectivo de la evaluación por parte de quienes ejercen la evaluación en el aula.

Lo grave de la situación económico-laboral es que, de ser una educación centrada en el sujeto que aprende y se forma, se está pasando, por necesidades de mercado y por necesidades de empleo, a una educación que mira o se centra en las necesidades del empleador, cuestión que incide en el discurso político que hace ver esta situación desde un punto de vista tecnocrático-funcionalista, como la menos mala, la situación inevitable  a la que nos vemos abocados.

De este modo, la escuela, formación y empleo configuran una tríada en la que por necesidades de supervivencia, cualquier pretensión de cambio en la relación de fuerzas rompe un equilibrio realista que pone en peligro la eficacia total del sistema. Al fin y al cabo los “agentes sociales” acuerdan que la educación de calidad actual se identifica con aquella que asegura el puesto de trabajo.

Parece indudable, de que a mayor nivel de estudios aumenta el número de oportunidades de conseguir empleo, lo que también muestra que la formación académica cuenta en alguna medida , aunque no se considere en si el valor formativo de la misma, según las demandas sociales, pero también confirma el hecho de que la selección funciona, haciendo creíble lo que la superficie puede interpretarse como sistema de oportunidades en la sociedad credencialista.

Los sistemas de evaluación escolar mantienen, más que objetivos formativos de carácter educativo, procesos políticos y sociales que alejan a la escuela de sus objetivos de desarrollo, de crecimiento, de autoafirmación, de emancipación, haciendo de la evaluación un mecanismo de exclusión y eliminación. La evaluación va clasificando y eliminando a los sujetos por medio de los mecanismos de que dispone: el examen aparece como el más visible, pero no es el único.

Justo cuando se analizan los fenómenos educativos, social e históricamente construidos desde una perspectiva política crítica más amplia, los mismos instrumentos que legitiman el sistema se muestran inadecuados para el desempeño de las funciones que se pueden reivindicar desde posiciones educativas progresistas más próximas al quehacer didáctico de los agentes que hacen la escuela día a día.

Las evidencias y la experiencia acumulada muestran que la evaluación formativa es difícilmente aplicable en las actuales estructuras escolares. Pero tampoco hay interés ni voluntad verdaderos de llevarla a cabo pues rompería un supuesto equilibrio de “selección natural” debida en parte a las naturales condiciones y a las naturales capacidades y a los naturales dones, y como tal, integrados en la inmutable naturaleza humana ya que genéticamente vienen dados.

Si se aplicara la evaluación en su dimensión formativa con todas las consecuencias que conlleva resultaría muy difícil que pudiera lograr la aceptación general pues llevaría a un cambio estructural en la relación de fuerzas tanto dentro como fuera de la escuela la evaluación se convertiría en factor desestabilizador, minando el poder establecido que la formula. Pero también minaría los intereses y las expectativas de padres y de alumnos que tienen puesta una esperanza en la nota.

Si aceptamos que en definitiva lo que permanece inalterable es la selección como valor social en el acto de evaluar, lo que media en todo el proceso se queda en palabras, la satisfacción de dejarlas decir, que el poder hasta parece generoso y magnánimo en esto de dejar hablar.

La evaluación como cultura escolar

El sistema de evaluación forma, dentro del sistema educativo, una cultura propia. Crea un lenguaje que la identifica en el contexto escolar: evaluación formativa, sumativa, normativa, criterial, interna, externa, global, continua, integradora, diagnóstica, iluminativa...

·         Habla de modelos de evaluación: de producto, de proceso, de toam de decisiones, de valoración del mérito, o del valor de algo, de juicio.
·         Origina tendencias: psicométrica, etnográfica, gerencial, educativa.
·         Ha surgido como un área independiente que cuenta con sus propios autores especializados y sus propios medios de comunicación.
·         Dispone de métodos y técnicas que caracterizan el área: exámenes, tests, pruebas objetivas, ensayo, observación, entrevista...
·         Tiene sus propios códigos de entendimiento implícitos.
·         Inventa símbolos de valor académico pero de alcance social muy amplio que representa supuestas realidades.
·         Acepta supuestos y principios de entendimiento implícito que justifican el propio discurso si bien no están debidamente verificados.
·         Elabora constructos temporales tomados como realidades palpables, dando por natural e inmutable lo que sólo es cultural o susceptible  de cambio.
·         Crea metáfora pedagógicas que se llenan de contenido válido para la inmediatez de la escuela en principio, pero con repercusiones de alcance social que trascienden el contexto donde y para el que se generan.
·         Desempeña funciones y fines específicos, según los documentos que vienen desarrollando las reformas.
·         Un análisis crítico de las funciones y de los fines propuestos nos puede descubrir las fuertes contradicciones que ocultan.
·         Quienes elaboran los discursos de las reformas cuentan con sujetos llamados a realizar grandes proyectos y a poner en práctica grandes ideales.

Los resultados de la evaluación han llegado a ser más importantes que el propio proceso de aprendizaje en sí mismo, al servicio del cual, supuestamente, debe actuar, distorsionando a la vez las prácticas de evaluación sobre todo cuando no se tiene en cuenta el contexto social más amplio donde éstas adquieren sentido y donde se ven sometidas a un cúmulo de profesiones y contradicciones considerables.

Tomar conciencia en la enseñanza es un acto necesario de permanente vigilia ante el que no se puede bajar la guardia si uno no quiere caer en las trampas que rodean tanto ritual de la confusión y se resiste incluso ante quienes toman decisiones políticas con argumentos de razón crítica que no de sumisión o de resignación ante la “inevitable levedad” de quien menos poder tiene.

Las funciones formativa y sumativa como metáfora pedagógica (síntesis de las contradicciones y encubrimiento del engaño)

Una de las primeras paradojas que a fuerza de repetirla resulta ya tan familiar y se va aceptando como natural en los discursos por más que la práctica no corrobora la diferenciación, surge al querer congeniar las funciones formativa y sumativa de la evaluación, tan introducidas y asentadas  en la cultura pedagógica , aunque en la práctica sólo se identifica y sólo cuenta la evaluación sumativa, que es la que queda, sobre ella se legitiman las decisiones que se toman.

Formativa y sumativa son términos que permanecen vacíos en cuanto que no están ligando a una concepción específica de la educación ni están contextualizados dentro de una concepción curricular más amplia, ni tienen más implicaciones y alcance que la conveniencia que prestan como recurso metodológico que facilita el análisis por una parte y la distribución técnica por la otra.

El lenguaje que se ha utilizado en la evaluación es esencialmente metafórico, cuando no técnico, y en muchos casos equívoco, cuando no tramposo, porque quiere ser neutral. Lo sustantivo pertenece a la esferal de lo oculto, de la suposición, se decide en otras instancias, adquiere el verdadero valor fuera del aula , por más que sea el aula el lugar visible donde podemos encontrar los primeros engarces que nos permitan el análisis crítico y constructivo de la situación dada.

La calificación se convierte en valor en el que se confía que abra las puertas para conseguir el éxito , que puede ser un puesto de trabajo para unos, un filtro de exclusión irremediable para la movilidad social o académica para otros. La evaluación formativa, en tanto vericueto metafórico, se disuelve con las palabras y sólo queda como recurso persuasivo para el aula, atrapada por la lógica y la dinámica del proceso de selección.

Lo que aumenta las diferencias entre las funciones sumativas y las funciones formativas, son las exigencias y las consecuencias de una y otra en la práctica, y más aún, de cara para cumplimentar lo dispuesto desde puntos de vista no compatibles. Ambas participan en un mismo proceso pero en tiempos, en modos, funciones y fines distintos, variando igualmente, el alcance de cada una de ellas.

La evaluación formativa es (debería ser) parte integrante del mismo proceso de enseñanza y de aprendizaje, mientras que la evaluación sumativa hace referencia a etapas concluyentes determinadas.

Siendo varias cosas a la vez, la evaluación desempeña varias funciones y necesita ser considerada a la luz de las funciones educativas que pretenda desempeñar. Según las diferentes funciones que desempeñe o se le exijan a la evaluación tendrá que adoptar unas formas u otras, lo que lleva a pensar en una pluralidad de métodos y de conocimiento.

El examen como artificio de selección: la perpetuación de la irracionalidad como razón azarosa

Es evidente que el mantenimiento del examen en el sistema educativo viene bien para una gran mayoría de personas conforme con los resultados que produce y que tienen interés en seguir manteniendo las funciones que desempeña porque sirve a unos fines sociales que van más allá de la escuela. Incluso también dentro de ella viene bien mantener el examen porque actúa como medio de control  disciplinar y de autoridad frente a los demás.

Para entender la permanencia del examen y el sistema de calificaciones que suele conllevar es necesario descubrir el significado político de la evaluación en la distribución de poder en la escuela y a través de la escuela, pero con interés de consumo fuera de la misma, con las miras puestas en una sociedad que se mueve sobre bases meritocráticas para la distribución de roles ocupacionales.

La evaluación es conservadora porque trata lo educativo como dado y trabaja con presupuestos y previsiones sobre el rendimiento de los alumnos como dados, que no fabricados, antes de echar a andar, como si el sistema de selección se diera por sentado sin haber intentado previamente hacer las cosas con el ánimo de que pueden ser o pueden hacerse de otro modo.

Necesitamos crear entre todos una cultura pedagógica común comprometida con el cambio y la innovación. La escuela debe ser la unidad primaria de coordinación y apoyo. Hacerlo o no es cuestión de honestidad profesional.



ELABORA UN PRESENTACION EN PREZI

Con este contenido debe desarrollar una presentacion en prezi, para lo cual pueden elaborar equipos de tres personas.

Fecha de entrega: Lunes 23 de Septiembre del 2013.




EVALUEMOS NUESTRO ENTORNO...


TODO MUNDO A LEER Y REFLEXIONAR...

ACTIVIDAD

1. Leer el documento.
2. Realizar un ensayo acerca del tema.